miércoles, 11 de abril de 2007

Cangrejo Ermitaño: Es una de las formas extrañas de crustáceos. Su cuerpo es largo pero sin caparazón y se enrrolla en espiral. Ante la necesidad de proteger su cuerpo, este cangrejo, que marcha pero no nada, ha solucionado el problema buscándose una

Tiempo máx. de carga: 1.5 minutos

concha vacía de caracol, en la que introduce su blando abdomen. A partir de entonces arrastra consigo su «cueva portátil». Algunas especies pueden introducirse totalmente en la concha, cerrando la entrada con sus pinzas. Otra ventaja consiste en que la concha retiene agua, muy útil para la respiración branquial cuando el cangrejo queda al descubierto en la bajamar. Algunos ermitaños no se conforman con la protección de la concha, y toman una anémona como vecina. Esta impone respeto a los atacantes con sus tentáculos urticantes. La anémona, que se fija en la concha resulta beneficiada con el continuo traslado, pues le aporta mayor número de presas.

Pez Tordo: Debido a que los peces están muy expuestos a adquirir infecciones o invasiones de parásitos y hongos, los limpiadores buscan a otros peces que realizan servicios de limpieza. Mordisquean los parásitos y el tejido muerto de las heridas. Los tordos figuran entre los limpiadores más diligentes. Se introduce en las fauces del cliente, le limpian la dentadura, y a veces también la garganta, hasta que moviendo repetidamente las mandíbulas el cliente indica que está satisfecho.

Caballito de Mar o Hipocampo: La hembra produce los huevos y los deposita en una abertura minúscula de la bolsa para la cría que tiene el macho debajo de la cola. Después se va y no vuelve a ver a su prole nunca más. Entonces le queda al macho la responsabilidad de fecundar e incubar los huevos. El período de incubación dura entre 8 y 10 días. Cuándo van a nacer los hipocampos, el cuerpo del macho comienza a moverse hacia atrás y hacia delante. De vez en cuando se pone tenso y echa hacia delante la abultada bolsa. Poco a poco la bolsa se abre y, con nuevas sacudidas, comienza a expulsar a sus hijos, por lo general uno por vez. Después de cumplir su función, el macho deja que los bebés se valgan por si mismos y se marcha.

Noctiluca: Significa pequeña linterna. En las noches de verano puede observarse una fosforescencia producida por este flagelado, que al ser estimulado emite un resplandor. Toda sacudida del agua lo estimula. El resplandor se provoca al batir los remos o con la rompiente de las olas. Miles de noctilucas emiten así su luz. Basta sacudir una muestra de agua en la oscuridad para que estos seres invisibles fosforezcan.

Odontognatos: Existen por lo menos dos especies de peces que llevan a sus crías en la boca. Cuando llega el momento de la procreación, los huevos son fecundados y recogidos por el macho dentro de su gran boca y los mantiene allí cuidadosamente hasta que están maduros. Pero como la boca no es lo suficientemente grande para contener todas las masas de huevos si está cerrada, el pez ha de mantener la boca abierta durante el período de incubación.

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